lunes, 6 de junio de 2011

Capitulo 13

Hola bloguerillos!! Sentís la libertad??? Yo si!
He acabado!! Os dije que a partir de ahora capitulo diario, así que voy a empezar cumpliendo mis promesas (no se cuanto me durará, tampoco es que tenga demasiado tiempo...) Espero que os guste!
_________________________

Me desperté, pero na abrí los ojos. Oía susurros lejanos, pero no era capaz de reconocer lo que decían ni quien lo decía. Abrí los ojos con suavidad. Aún me costaba un poco enfocar la vista, pero conseguí distinguir varias caras. Mario se encontraba en una esquina con una expresión tímida y Marcos y papá estaban en el centro de la habitación.
-¡HERMANITA!-gritó Marcos al ver que había abierto los ojos.-Menos mal que estás bien, por un momento creímos que buff... mejor ni recordarlo.
-No grites, que se acaba de despertar, hombre- papá me defendió como solía hacer de costumbre. Era algo que yo solía odiar, pero en esta ocasión lo encontré reconfortante.
-Te he traído el portátil-dijo Marcos- de todas formas, seguramente que hoy ya puedas caminar, así que en un par de días te darán el alta.

¡Grandes noticias! Sobretodo porque me quedaba poquito para volver a ver a Derick. La verdad es que Mario ya no me gustaba tanto desde que... bueno, desde que me atropelló con la moto. Aunque, a pesar de todo, seguía teniendo ese punto adorable que lo hacía irresistible.

-Esto... nosotros ya nos vamos- dijo papá-
-¿Y eso? Qué poco tiempo os quedáis, jo, compadeceos de la pobre enfermita- dije en tono sarcástico.-No me quiero quedar solita...
-En realidad no te vas a quedar sola, hay un hombrecillo que estuvo ayer todo el día insistiéndome para que os dejase a solas un rato-dijo Marcos echando una rápida mirada sobre Mario.

Mario se mordía el labio, como si esperase que yo despotricara y le echase de allí. Me limité a decir "De acuerdo" y les lancé un beso de despedida. Nos quedamos solos y el silencio inundó la habitación.
Mi abuela solía decir que si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, es mejor callar.

-Esto, yo, no se por donde empezar...-Mario rompió el silencio. Parecía como si una fuerza mayor le empujase a hablar contra su voluntad.
-¿Por qué estas aquí, Mario?- A veces me sorprendo de lo borde y cortante que puedo llegar a ser.
-Eso mismo me pregunto yo. No se, se que no tengo por qué estar aquí, de hecho, ni siquiera debería, pero, no se, quiero arreglarlo. Se que no hemos empezado con muy bien pie, de hecho, creo que no había una circunstancia peor para conocernos. Me siento fatal por haberte hecho perder dos semanas de tu vida. Llevo desde el accidente casi sin poder dormir, y me gustaría recompensarte. Déjame invitarte a salir, en plan amigos. Si no quieres no pasa nada.

No supe contestar. Mario se levantó sonrojado y se fue sin decir una palabra más. Su repentino discurso me había bloqueado. Sus palabras salieron disparadas como balas directas a mi cerebro. Mario me había invitado a salir, pero esto, se consideraba salir? Sólo estaba intentando limpiar su conciencia. Además, yo estoy con Derick. Decidí no hacerme ilusiones con respecto a esto.
Cuanto más alto vueles, más dura será la caída.

No hay comentarios:

Publicar un comentario