viernes, 27 de abril de 2012

Capitulo 29

Espero que disfruteis de este capitulo :)
Os dejo el enlace al capitulo 1 pinchando aquí (para los nuevos)

"Me porté muy mal contigo. Fui un cobarde y lo siento. Ojalá nunca hubiera escrito esa carta. Ojalá hubiese tenido el valor de confesarte mi amor a la cara. Pero no lo hice, y no puedo cambiar el pasado, pero si contarte la historia, mi historia, y espero que algún día también la tuya.
Cuando éramos pequeños íbamos juntos a clase, debíamos tener 8 años o así. Tú me gustabas tanto... Nos mandaron leer El Principito. Tú no lo tenías, así que te dejé el mío. Te gusto mucho, y decidí regalártelo, lo metí en tu mochila a escondidas el último día.
Aquel verano destinaron a mi padre a Barcelona y me quise morir. Estuve sin hablar con mis padres casi todo el verano, pero al final se me pasó. Cuando mi padre murió el año pasado, mi madre decidió volver aquí, pues yo creo que fue el único sitio donde fuimos alguna vez realmente felices.
Un día mientras miraba por la ventana, te vi por casualidad. Estabas paseando con tu perrita y, de repente, todos los sentimientos olvidados en mi corazón de niño se encendieron como el fuego. Empecé a informarme sobre ti y a averiguar la manera de conocerte de nuevo, desde cero. Aquel día de San Valentín, mi hermano Fer (al que le cuento todo) me convenció para entrar en tu casa y dejarte la carta y la rosa. Al cabo de un tiempo dejé de verte por el parque, y mi vida perdió color. Verte, aunque fuera de lejos, llenaba de vida toda mi existencia. Entonces, ese día que llegaste llorando me armé de valor y de un paquete de pañuelos y me decidí a conocerte. Mi hermano me siguió insistiendo para que siguiera con lo de las cartas, pero yo no quería, así que siguió él. Mi padre nos enseñó ciertas "habilidades". La última carta que yo escribí fue la del techo. Fer te observaba, sin decirme nada, y contestó tus mensajes. Creo que la muerte de mi padre le nubló un poco la mente. Pero no le echo la culpa. Todo fue culpa mía por dejar que esto empezase. Espero que ahora que lo sabes todo puedas perdonarme.
Te quiero, Nico."

Me quedé conmocionada al leer toda su historia y le envié un mensaje al movil.

"Nos vemos mañana a las 11 en la casita del parque. Tenemos que hablar."

Ni siquiera sabía todavía si le iba a perdonar o no. En realidad él no tenía toda la culpa, pero podría haberlo parado todo antes. Él había hecho que me diera cuenta con aquella frase. Supongo que lo mejor iba a ser esperar y decidir al verle.

Me fui a la cama y me quedé pensando en las dos cartas que había recibido. No podía creer que una de las personas a las que más había querido volviese a España. Y así, con el dulce recuerdo del cariño y el amor de Derick, quedé atrapada en los brazos de Morfeo.